Ha vuelto a pasar. Las Isas nos hemos tenido que arremangar para darle caña a la pechá de emails típiquísimos del fin de verano. Vamos, que nos hemos sentido como Harry recibiendo la avalancha de cartas de Hogwarts por la chimenea (y bien agradecidas por ello jeje).
Y es que no falla: sales del chiringuito después de ver el último atardecer del verano 🌞 y de repente te entra un pánico brutal: “Ostraaas, pero si yo tenía un proyecto al que quería darle caña en verano para lanzarlo en septiembre… ¿y ahora qué hago con mi vidaaa?!”
Spoiler: a septiembre está claro que no vas a llegar, pero oye, lo mismo a Navidad si ¿eh? (vale, da pereza hablar de Navidad un 27 de septiembre, pero yo que tu me quedaba leyendo).
Y claro, después de nuestros últimos posts sobre cómo empezar a vender online y por qué una landing page puede salvar tu proyecto, muchas nos habéis escrito hechas un lío y preguntando: “Vale, ya sé que necesito una landing, pero ¿y ahora qué hago?”, “Isas, ¿tenéis hueco en la agenda?”, “¿Pero y esto, cuánto cuesta?”, “¿Y si la hago yo misma, será difícil?”
Y es aquí donde aparece el siguiente bloqueo mental en este caminito de vender online, jeje.
¿Contratar una diseñadora web o hacerlo yo misma?
Ya sabéis que a nosotras nos gusta hablar sin pelos en la lengua, aunque eso muchas veces implique tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado. Nunca os vamos a recomendar un servicio que no necesitéis, que os quede grande o que se os quede corto, solo para que cerréis un presu con nosotras. Vamos, que no vamos a venderos la moto.
Por eso, no es raro que en nuestras reuniones con clientes se oigan frases como: “Sinceramente, yo no invertiría en eso ahora”, “¿Por qué te complicas tanto? Es mejor empezar por algo más simple que puedas hacer tú solita” o “Tu proyecto se merece esa inversión, no seas cutreee”.
El dilema de si contratar a una diseñadora o no aparece justo cuando tu proyecto empieza a coger forma y te pones a tantear presupuestos. Así es cuando surge la pregunta de siempre: “¿Invierto ya en una diseñadora o me busco la vida como pueda?” Tranquila, esto es más común de lo que crees, así que respira, que vamos a desmenuzarlo todo para que decidas sin comerte la cabeza… y sin arruinarte.
Cuándo contratar una diseñadora web
Hablemos claro: un diseño profesional no es solo que una web se vea bonita. Detrás hay estrategia, experiencia y soluciones pensadas a medida de tu proyecto. Por eso, en Colorá siempre decimos que tu web empieza con un lienzo en blanco, y lo vamos construyendo de la manita contigo.
Para nosotras, algunos casos en los que sí o sí merece la pena contratar a una diseñadora web:
Cuando puedes invertir sin que te duela: Para qué andarnos con rodeos, este es el punto más determinante de todos jeje. Si tu presupuesto lo permite, invertir en una web profesional desde el principio es lo más rentable a largo plazo: te aseguras un diseño creativo y de calidad, y un sitio que funcione de verdad, en todos los sentidos: estético y funcional.
Cuando no tienes prisa: Si la diseñadora o estudio tiene la agenda apretada, a veces merece la pena esperar un poco para asegurarte un resultado que realmente te deje tranquila y lista para vender. Una profesional te ahorra estrés, errores y, al final, también te ahorra un montón de horas peleándote con plantillas o viendo tutoriales en YouTube.
Cuando tu proyecto es complejo: Si vendes productos personalizados, gestionas pedidos mayoristas o tu negocio tiene varias líneas de producto con requisitos especiales, quizá no sea el momento de hacerlo todo por tu cuenta. Contratar a alguien especializado asegura que todo funcione bien desde el principio.
Cuando valoras el diseño por encima de todo: Si quieres que tu web, landing page o marca destaque, transmita profesionalidad y se desmarque de la competencia en un sector saturado, una profesional no solo diseña bonito, sino que también organiza, estructura y piensa en el largo plazo, para que tu inversión valga cada euro.
Cuándo diseñar mi web yo misma
Aquí viene la parte liberadora: no siempre hace falta tirar la casa por la ventana y pagar por la catedral de las webs (pero eso ya lo sabías jeje). Hay momentos en los que lo sensato es apañarte con herramientas accesibles y funcionales. Y creednos, después de haber sido profes de muuuchos cursos, os aseguramos que todos sois capaces de diseñar webs preciosísimas; solo necesitáis una buena profe y el ojo bien entrenado jeje.
Para nosotras, merece mucho la pena hacerla una misma en estos casos:
Cuando tu presupuesto está ajustado: Lo sabemos, hay mil cosas en las que invertir: desarrollo de producto, packaging, foto, vídeo, marketing… Es 100% normal sentarse a hacer números y decidir qué podemos delegar y qué podemos arremangarnos y hacer nosotras mismas.
Cuando quieres lanzar YA: No tienes tiempo para esperar a que te hagan la web, necesitas soluciones inmediatas para empezar a vender online. Esto pasa mucho en épocas de venta heavy como Black Friday o Navidad. Aquí prima la regla: lanzo ya y vendo, y después perfeccionaré los detalles.
Cuando estás en fase de prueba: Aún no sabes si tu idea funcionará, así que no necesitas un diseño súper creativo; lo importante es tener algo rápido que te permita validar tu proyecto, aprender de la experiencia y ajustar sobre la marcha.
Cuando quieres aprender y ganar autonomía: Siempre nos gusta decir esto, pero el diseño web está al alcance de todooos ¡solo tenéis que perderle el miedo! jeje Hacerla tú misma te da las herramientas y la confianza para gestionar, actualizar y mejorar tu proyecto siempre que quieras en el futuro sin depender de nadie. Esto no solo ahorra dinero, sino que te da control total sobre tu negocio y además aprendes sobre un proceso precioso como es el diseño web.
Si al final has decidido lanzarte a hacerlo tú misma, ¡oleee! Déjanos decirte que eres súper valiente y sensata, y, por supuesto, confiamos 100% en que va a salir algo genial de esta decisión.
Cómo puedo diseñar mi landing page
Ahora viene la pregunta del millón: ¿dónde y cómo la diseño? Tranquila, que te lo contamos rapidito: hay herramientas que te permiten crear tu landing page sin morir en el intento. Estas son nuestras favoritas:
Diseña tu landing page con Canva
Canva no sirve solo para diseñar posts bonitos en Instagram 😎. Hace poco te contábamos cómo puedes crear tu propia paleta de colores de forma sencillísima. E igual de fácil es todo lo que se puede hacer con Canva, con sus plantillas listas y su editor, puedes montar una landing page visual, clara y funcional en un momento. Perfecta si quieres algo rápido, bonito y sin complicarte la vida. ¿Y sabes lo mejor de todo? Que existe la opción de diseñar tu landing page totalmente gratis.
Diseña tu landing page con Elementor
Elementor es para quienes quieren control total y funcionalidades pro. Cada sección de tu landing page, cada botón, cada detalle lo puedes personalizar: formularios de contacto, botones de pago, integraciones con herramientas de email… todo a tu medida. Es perfecto si quieres que tu landing tenga libertad total de diseño y funcionalidades avanzadas.
Vende online con una landing page
Ya lo ves: tanto si diseñas tu landing page tu misma, como si la delegas, lo importante es que lances tu proyecto y empezar a vender online YA.
Y oye, no has llegado a tiempo en septiembre, pero si estás a tiempo de llegar a la época del año en la que más se vende: 🎄✨ Así que respira, arremángate ¡y dale caña!
Y ahora cuéntanos: ¿vas a lanzarla tú misma o vas a delegar? ¡Queremos saber tu plan y ayudarte a dar el primer paso!